Recuerdo cuando la conocí

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Tengo la edad suficiente para reconocer lo que es real y lo que no, pero las fantasías se siguen apoderando de mí, aquí en este lugar eterno al cual hui puedo verla claramente, está sentada frente a mi mirando el inmenso cielo azul tornarse naranja. Ella ya no está, pero hay momento que no sé cómo ni por qué, puedo olvidarla y seguir, escapar de esta fantasía y poder continuar sin ella, pero en este lugar eso es imposible, la tengo cerca de mi puedo acercarme a ella, puedo tocarla, aquí y solo aquí esto es real, ella me mira, me sonríe… ¿eh?

¿Kiara? Digo en mi mente, es una compañera de clases, ¿pero que hace aquí?, y ¿por qué creí que era ella a quien buscaba? Me siento a lado suyo, intento ser lo más normal posible, trato de fijar mi mirada en el horizonte. – ¿Qué haces aquí? Le pregunto –. – Esperar –  me responde. – ¿A quién esperas? Le respondo intrigado – gira y me mira, ¿me estaba esperando a mí? – Estoy esperando la hora de salida – ¿Ah? – Me salte las clases, me aburrían mucho, y vengo aquí a esperar la hora de salida –. – A era eso –. – ¿Que sucede? Te oyes un poco decepcionado – me lo dice en tono de burla, me hace creer que ella sabía lo que yo pensaba – No, no es nada, solo creí que en este lugar estaría solo –. – Y ¿para qué quieres estar solo? –

La miro, no creo que deba infectar a alguien más con mis problemas así que no se lo diré –

Para ver el atardecer, aunque creo que acompañado se siente mucho mejor –. – bu.. Bueno. Si es por eso yo… bueno yo – su mirada se torna evasiva, sus palabras cortadas, su rostro se ruboriza, es algo gracioso y no puedo evitar reír – No te rías – me dice – Es solo que no soy muy buena relacionándome con las personas, y sin darme cuenta ya estaba hablando contigo de manera natural, pero cuando me di cuenta me puse algo nerviosa, eso es todo –. – A bueno lo siento, pero no esperaba conocer a alguien tan interesante en este lugar, espero que podamos hablar más seguido, fue muy divertido, tal vez podamos hacernos amigos en algún momento – ella asiente con la cabeza, vemos el sol ocultarse y oímos la campana sonar, es hora de irse a casa, es hora de continuar.

Y así fue mi primer encuentro con Kiara, a mediados del quinto grado de primaria, fue un encuentro que aparentemente es único, pero la realidad es otra, pensar que le dije a Clara casi las mismas palabras cuando la conocí me abren los ojos, porque es en momentos como este, cuando los recuerdos se materializan para traer consigo sentimientos, son estos sentimientos que me recuerdan, que lo que viví en ese entonces fue real, pero ese alguien real era el reemplazo de alguien lejano, que ya no estaba aquí, que me dejo por querer ser libre, aunque ahora sus alas estén atadas sigo pensando en ella, aun quesea por corto tiempo, ya que en algún momento la volveré a olvidar, y será en ese momento cuando mi vida tome su curso nuevamente, y decida continuar.

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