Capitulo anterior
Sentimientos se entrelazan, juntos crean cadenas, esas
cadenas envuelven el mundo, mundo del cual no quiero saber por qué es demasiado
cruel, pero ahí vivo, y no puedo hacer nada para alejarme de él, incluso en la fantasía
sigo dentro de este, una prisión enorme de la cual nunca podré escapar.
Mi vida se convierte en rutina, la línea empieza a teñirse
de blanco y negro, esa línea en la cual camino exactamente al centro, como
siguiendo guías que se me han designado con anterioridad, no me desvió por un
segundo de estas, ¿a esto se le puede llamar vida? ¿A una ruta marcada por
alguien que no conozco? Quien creyó que esto debía o no pasarme y por lo cual
mi vida se ira o no a un abismo, ¿qué clase de broma es esta? El destino no
debería existir, quisiera ser como aquellos que creen en el libre albedrío, eso
de que uno es libre de elegir, y aunque la realidad sea otra viven sus vidas
felices, creyendo cada segundo de ellas, que su vida va tomando el rumbo que
ellos quieren. La ignorancia a veces trae felicidad y el conocimiento muchas
veces trae desgracias, es en este punto en el cual cada persona en el mundo
pone en tela de juicio el verdadero significado de la felicidad, un sentimiento
fabricado por elecciones correctas de las cuales ninguna fue tomada por ti, es
ahí cuando reaccionas y piensas, la felicidad que obtengo me la entrego otro,
puesto que lo que gané solo fue porque él quería que ganara, y es esa realidad
la que más duele, nada te pertenece, y aun así debes seguir viviendo. ¿Porque
pienso esto? ¿Por qué cosas como estas vienen a mi mente en noches tan sombrías
y frías como estas? Es lamentable creer que alguien como yo pueda ser tan
oscuro y pesimista, si en el exterior no
lo aparente no es porque sea un hipócrita, simplemente aprendí la
realidad de las personas, la mayoría se odia así mismo por no ser tan perfectos
como creen que otros son, y se hacen preguntas en puntos esenciales de su vida
en el cual no hay retorno, es entonces cuando la razón golpea su puerta para
decirles la verdad, tus metas no siempre son alcanzadas, tus logros no son tus
logros, la culpa no es tuya, pero las consecuencias de actos cuyas decisiones
no fueron tomadas por ti, esas consecuencias de tus actos, cuyos actos no te pertenecen
deben ser afrontadas por ti y solo por ti, no existe tal cosa como compartir tu
carga, el apoyo moral no aliviana tu carga ni tranquiliza tu alma, solo te hace
pensar que al igual que tú, otros también sufren, y es ese sentimiento de
felicidad enferma la que te hace sentir mejor “Otros sufren más que yo” si bien es cierto en muchos casos, no
tendría por qué alegrarte algo como eso, ya que alguien con un nivel de
infelicidad inferior al tuyo te está poniendo en el mismo saco en el que la
basura del mundo se encuentra, si lo piensas de esa manera no es tan
reconfortante ¿cierto? Saber que hay gente más feliz que ti, no podría darte
paz y tranquilidad, ya que la felicidad de ver a otro ser que como tu pudo
llegar a ser feliz, aunque esa felicidad no haya sido lograda por sus acciones
en sí, difícilmente podrá darte felicidad, porque la felicidad que buscas no
existe, simplemente es un sentimiento vacío el cual te esmeras en obtener sin
siquiera saber por qué lo quieres, y cuando crees que lo tienes quieres más, porque
al parecer no era tan placentero como creías, y caes, la depresión te inunda,
no sabes nadar en ese tipo superficie, y es en momentos como ese cuando tu
alama muere, te vuelves un NPC más del mundo, el cual pocos siguen jugando, con
esperanzas mínimas, puesto que el Boss final es demasiado fuerte para sus
insignificantes fuerzas, por ellos existe la palabra rendirse, hace pensar que
el solo hecho de esta palabra exista provocara que la gente tenga una puerta
falsa al cual escapar cuando su miedo a lograr algo bueno se torna demasiado
distante, es entonces cuando pierden su capacidad de elección, la línea de sus vidas
se pintan de principio a fin, ya no hay mundos alternos para ellos, las
ramificaciones en sus líneas de tiempo desaparecen, adiós mundo de oportunidades,
nuca fui merecedor de ti.
Capitulo siguiente: Viernes 24