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Veo siete sombras ante mí, una muy familiar, pero parece borrosa, este sueño parece real, pero lo que veo en el carece de realismo. Esas sombras solo se quedan a lo lejos, siento que me están mirando aunque no puedo ver sus ojos, alguien viene corriendo tras mío, me apuñala, veo navajas salir por mi pecho, ¿que hice? Aunque es un sueño siento dolor, mi respiración se agita, todo es oscuro, no, hay una luz, es una luz amarilla, aclaro mis ojos ya que veo borroso, es el foco de que alumbra la calle, otro sueño sin sentido, pareciera que últimamente llegan más seguido, vuelvo a dormir, espero no soñar con eso nuevamente.
Veo siete sombras ante mí, una muy familiar, pero parece borrosa, este sueño parece real, pero lo que veo en el carece de realismo. Esas sombras solo se quedan a lo lejos, siento que me están mirando aunque no puedo ver sus ojos, alguien viene corriendo tras mío, me apuñala, veo navajas salir por mi pecho, ¿que hice? Aunque es un sueño siento dolor, mi respiración se agita, todo es oscuro, no, hay una luz, es una luz amarilla, aclaro mis ojos ya que veo borroso, es el foco de que alumbra la calle, otro sueño sin sentido, pareciera que últimamente llegan más seguido, vuelvo a dormir, espero no soñar con eso nuevamente.
Frio, y aún estamos en verano, bueno eso creo. Me levanto en
modo zombi, y al parecer me moví tanto anoche que mis sabanas volaron por todo
mi cuarto, camino a desayunar, aún es temprano para ir a la escuela, por cierto
llevo el turno tarde, estudio de 12:30 a 6:30 luego de que toda la vida estudie
en el turno de la mañana, es reconfortante poder dormir hasta la hora que te dé
la gana, aunque no tengo tiempo para hacer las tareas, bueno eso es algo que
hace Rita por mí, es algo así como un pago por los maltratos que me hace.
Alisto todas mis cosas y voy de camino al colegio, la ruta
es igual que la de ayer, las mismas calles, los mismos árboles, las mismas
personas, las mismas caras, la misma parada de bus, la misma línea de bus, el
mismo lugar de llegada, la otra misma parada de bus, la misma chica de pelo
rojo que sonríe mientras me mira…. ¿eh? No esto es algo un poco inusual, al
parecer espera a alguien, lleva el uniforme de un colegio que no conozco y creo
que ese al que espera soy yo, solo es una corazonada que salta al darme cuenta
que es la misma chica que se me declaro ayer. Me dice - Hola - le respondo de la misma forma controlando
cada musculo de mi cuerpo al caminar, lo que generalmente hago sin siquiera
darme cuenta, ahora se torna más complicado, modulo mi tono de voz, trato de
tragar un poco de saliva lo más silenciosos posible, reduzco un poco mi
respiración, para dar una apariencia calmada, mi nerviosismo puede ser uno de
mis peores enemigos en estos casos, pero al parecer lo estoy controlando bien,
ella camina a mi lado en silencio, quiero preguntarle muchas cosas pero no creo
que pueda en el estado en el que estoy, doy un suspiro, ya que empiezo a
quedarme sin aire. -¿Sabías que con cada suspiro se te escapa un poco de
felicidad?- Me pregunta, -no tenía idea- le respondo, luego de eso sus cara se
ruboriza al igual que la mía, ponemos la vista al frente y seguimos en
silencio, fue un poco vergonzoso oír eso, pero por un momento el ambiente se
puso cómodo, aunque ahora está peor que antes, veo a lo lejos la gran cantidad
de escolares reunidos en la entrada esperando la salida de los estudiantes del
turno de la mañana. Siento una presión, es incomoda, duele un poco, es familiar
pero no sé por qué, no puedo respirar, trato de soltarme no puedo, miro hacia
atrás para ver el rostro de mi atacante, en mi delirio veo unos brillantes,
ojos rojos completamente furiosos. Rita me esta asfixiando como cuando
estábamos en primaria, me pide explicaciones de el por qué vengo con una chica de
otro colegio, -yo tampoco lo entiendo- le respondo, y contradiciéndose me dice:
no quiero tus explicaciones, y me lleva prácticamente arrastrándome en
dirección al colegio. Veo a la chica alejarse cada vez más, nos detenemos, ella
me suelta, agacha la mirada, me tira una cachetada y se va corriendo, duele, mi
rostro está caliente, estos días han superado por completo la palabra “raro”,
la chica que venía conmigo ya no está, los escolares que estaban en la entrada del
colegio tampoco. Voy tarde a clase, entro lo más rápido que puedo y logro
entrar a tiempo.
Está a punto de iniciar la primera clase y aun me duelen los
cachetes, al parecer fue con efecto, porque me duelen ambos, debo estar
agradecido de que mi cabeza aun siga pegada a mi cuerpo, volteo a ver a Rita, debería
estar aquí por no lo está, los alumnos que se encuentran hablando en la puerta entran
corriendo, probablemente viene un profesor, entre los que entran esta Rita, la
cual tiene una expresión que nunca había visto en ella, entra nuestro tutor,
nos ponemos de pie, saludamos y nos sentamos, me recuesto sobre mis brazos
mirando hacia Rita, ella está haciendo lo mismo, ambos nos miramos, ¿intenta
decirme algo con su mirada? Esa expresión triste que nunca antes vi en ella me
preocupa, continuamos mirándonos,
suspiro, no sé por qué pero esta forma de actuar me parece más normal que la
que comúnmente tiene, ¿estoy viendo su verdadero yo? Si eso es cierto, debo
admitir el hecho de que se ve linda cuando esta callada. Un momento de pausa,
todos me miran, fui tan obvio? Ella voltea y mira hacia el frente, hago lo
mismo, un rostro familiar esta alado del tutor, cabellos rojos, una mirada cálida
proyectada por esos ojos grandes y tiernos, una sonrisa reconfortante y unos
labios claros y suaves. ¿Por qué sé que son suaves?
-Hola a todos, mi nombre es Clara, aunque apenas empezó el
año escolar acabo de ser transferida de colegio por asuntos personales, es un
gusto conocerlos y espero que nos llevemos bien- todo esto dicho de forma
nerviosa y entrecortada, dudo que alguien más la haya entendido como yo, me
mira con su cara ruborizada, sus ojos gritan pidiendo ayuda, el maestro le dice
que coja una asiento, no hay sillas libres cerca de mí, coge una de las
primeras filas, la chica de pelo castaños alado mío me pregunta si la conozco,
le digo que no, ¿no es ella la que se te declaro ayer? Me pregunta, todos aun
me miran aunque con un poco de disimulo,- no estoy seguro si a eso se le puede
llamar una declaración, creo que fue algún tipo de apuesta o algo asi, un
suspiro en todo el salón me dice que acaban de creerme.
Hora de recreo y aún no he visto a Rita salir del aula, ¿me
está evitando luego de lo que paso a la hora de entrada?, me preocupa un poco,
me siento solo en el patio mirando a aquel sitio vacío, es nostálgico, es
extraño no recordar el por qué. Alguien se acerca por mi lado derecho, no
volteo a ver, la verdad no importa, continúo con mi comida mientras esa persona
se sienta alado mío, esta demasió cerca, si fuera Rita ya me habría mandado a
volar, giro un poco para ver quién es, unos cabellos rojos y un rostro
sonrojado llaman mi atención, no tengo idea de lo que sucede pero es momento de
aclarar las cosas, giro de manera brusca, la tomo por los hombros, ¿qué es lo
que tramas? Le pregunto, se sonroja aún más mientras me responde, -solo quiera
hablarte, yo, yo no quiera molestarte- al ver sinceridad en sus ojos la suelto,
estoy aún más confundido. Entonces hablemos ¿por qué hiciste eso ayer? -Es mi obligación- responde, ¿obligación? ¿De
qué? –Fui la que te besó, así que debo tomar mi responsabilidad- ¿pero en qué
siglo vive esta chica? Digo en mi mente mientras una carcajada sale de mí, empiezo
a reír, al parecer ella no se explica por qué. ¿Sabes? No tienes por qué
hacerlo, no es un gran problema, solo olvídalo y ya, pero si pudieras explicarme,
el por qué terminamos en esa situación, seria genial. –El auto freno muy de
repente, -tú estabas dormido, caí frente a ti y cuando me di cuenta ya te
estaba besando- .Entonces no fue tu culpa, estabas durmiendo, solo fue un
accide… -¡Te equivocas! Me dice exaltada y un poco enojada. –No fue un
accidente, yo desperté antes de eso, te vi mientras dormías, fui feliz de verte
de nuevo, te extrañe tanto, y este año por fin regresé como te lo prometí,
-¿eh?- el auto freno con fuerza y yo caí frente a ti, pero no de ese modo,
cuando me di cuenta ya te estaba besando pero eso fue parte mía, soy mala lo sé,
-Ey, cálmate un poco-. -No pude aguantar la felicidad, era una oportunidad
única, ni siquiera lo pensé, yo, yo-. –Tranquila- le digo mientras acaricio su
cabeza, -No eres mala, solo… eres un poco torpe y demasiado sincera- le digo
mientras sonrió, su rostro se ilumina, sus ojos brillan, hasta pareciera que el
extraño collar que trae también brillara, -Dices que me conocías, tal vez no te
recuerde, pero creo fuimos muy bueno amigos, veras no estoy muy seguro de que
paso en las vacaciones, pero he estado olvidando muchas cosas y soñando cosas
extrañas, así que perdón por no recordarte- .ella niega con la cabeza mientras
me dice: -Sé que has olvidado muchas cosas, pero no es para que te disculpes,
no es tu culpa después de todo- ella se levanta mirando al cielo, - es difícil
soportar el mal que otros hacen cuando este te afecta, pero aún más difícil es
cargar con la culpa de otro, cargar con sus pecados y sus pesadillas, entiendo cómo
te sientes, ya que me sucede algo parecido- . Mientras la miro recogerse el
cabello tras su oreja, ella voltea suspira mientras el sol es tapado por las
nubes, vuelve a mirar al cielo mientras dice: -¿Algo está a punto de suceder,
puedes adivinar qué es?-
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